Autor: Federico Axat
Editorial: Destino
Nº de páginas: 496
ISBN: 9788423346875
Fecha de publicación: 2013
Pertenecen a mundos distintos. Miranda Matheson tiene doce años y es la hija de un matrimonio rico que acaba de mudarse a la ciudad. Sam Jackson perdió a su madre en un accidente cuando tenía un año y vive en una casa de acogida. Desde la copa de un árbol, Sam espía a Miranda en secreto, entra subrepticiamente en la mansión de ensueño de los Matheson y casi sin darse cuenta comienza a sentir cosas que nunca antes había sentido. Por las noches, Sam empieza a soñar… con Miranda pero también con el accidente de coche que una década atrás le arrebató a su madre. La policía dijo que aquella noche tormentosa, en que el vehículo de Christina Jackson perdió el control, su cuerpo salió despedido y fue arrastrado por la corriente del río Chamberlain. Nunca la encontraron. Pero Sam recuerda... Era apenas un bebé y también viajaba en ese coche, y de forma difusa, recuerda la imagen de su madre en el vehículo tras el impacto, inconsciente, y cómo minutos después fue arrastrada al exterior. Mientras tanto, tres misteriosas luces surcaban el cielo. ¿Qué le sucedió realmente a Christina Jackson? ¿Qué esconde la enigmática mansión de los Matheson? El verano que comienza será un tiempo de grandes acontecimientos para Sam en que la amistad, el amor, la aventura y la revelación sobre su pasado conformarán de forma extraordinaria el resto de su vida.
Tal como indica la información que aparece cuando investigamos sobre esta novela, esta historia refleja claramente una influencia de Stephen King y a mi me pareció el resultado de combinar It de King y Amigo imaginario de Chbosky (aquí tenéis la reseña), aunque a pesar de ello no la calificaría como un thriller: sí, hay momentos que despiertan emociones negativas en nosotros, nos hace sufrir en ciertas escenas pero no (que yo recuerde) da miedo.
Fue una lectura muy curiosa para mi, porque pasé por diferentes fases: al principio me gustó mucho la pluma del autor, la manera de describir los diferentes escenarios, la fascinación de Sam por Miranda, las conversaciones de los personajes... luego empecé a ver las similitudes entre los libros que cito arriba y cuando esto pasa, me cuesta centrarme en la historia y no establecer comparaciones todo el rato (de hecho en otras ocasiones ha hecho que no disfrutase para nada de la lectura, pero en este caso no fue así), acabó enganchándome la historia, sufriendo una gran empatía e impotencia en ciertas escenas. Y bueno... el final, sólo puedo deciros que el final me dejó, literalmente con la boca abierta y que quisiera releer inmediatamente el libro.
Ese final nos enseña que, aunque no lo creamos estamos condicionados de alguna manera, que nuestros pensamientos nunca son 100% libres y puros.
El pantano de las mariposas es una lectura que puede resultarnos un poco densa en algunos momentos pero que si sabemos disfrutar de los detalles, vamos a saborear cada brizna de hierba, cada gota de sudor y cada palabra.
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