Te escribo desde el País de las Maravillas. Se te echa en falta. Cada martes pienso en ti, como llevo haciendo durante el último Siglo. Extraño aquello que hacías cada minuto... Ah, sonreír. Sé que no me contestaras, nunca lo has hecho, aún así yo te quiero, ¿qué me queda sino? Sin ti y tu olor a realidad... Recuerdo cuando llegaste por primera vez: no sabías soñar. Me pregunto si te habrás olvidado o si sigues haciendolo. Me encantaría que me hubieras conocido, haber oído tu risa y tu voz. Para mi siempre fuiste y serás una ilusión más de las que me rodean pero la única maravilla que he visto. Aquella niña que hablaba con las flores mudas y reía con los animales invisibles del bosque de edificios al que llamaba hogar. Aquella niña, que sin saberlo, huyendo de la realidad, se encontró de bruces con ella.
¿Qué fue de esa niña, Alicia?
Lo que tú no sabes aún es que lo que tú escribes es poesía. Y poesía de la buena, de ésa que te llega adentro y se te queda como un regusto dulce en la boca....
ResponderEliminar¡¡Muchas gracias!!
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